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En la comuna de Lalo, en el suroeste de Benín, 15 mujeres de la asociación Wagninan demuestran su creatividad e innovación frente a los retos económicos y medioambientales. Con pequeñas empresas y una agricultura de subsistencia, se enfrentaban al empobrecimiento de los suelos, agravado por el uso intensivo de abonos químicos. Así que decidieron convertir estas limitaciones en oportunidades.
En la comuna de Lalo, en el suroeste de Benín, 15 mujeres de la asociación Wagninan demuestran su creatividad e innovación frente a los retos económicos y medioambientales. Con pequeñas empresas y una agricultura de subsistencia, se enfrentaban al empobrecimiento de los suelos, agravado por el uso intensivo de abonos químicos. Así que decidieron convertir estas limitaciones en oportunidades.
Una alternativa ingeniosa: el compostaje
Con el apoyo de la Red Paz y Seguridad de las Mujeres del Espacio CEDEAO (REPSFECO), y en colaboración con el CECI y su Programa de Cooperación Voluntaria, estas mujeres han podido ampliar sus conocimientos sobre el compostaje y maximizar los beneficios de este método sostenible y económico. Al transformar los residuos domésticos en un abono natural, han mejorado la fertilidad de sus suelos, reduciendo al mismo tiempo la contaminación y los costos de producción.
"Cuando empezamos a hacer esto y la gente vio que era ingenioso e innovador, nos volvimos muy solicitadas. Ahora, varias mujeres quieren unirse a nuestro grupo para beneficiarse de estos conocimientos y resolver sus problemas de dinero", dice Brigitte Daclan, presidenta de la Asociación Wagninan.
Resultados que cambian vidas
El impacto de este proyecto ha sido notable: aumento de las cosechas, mejora de los ingresos y mayores capacidades de las mujeres. Ahora, ellas pueden mantener a sus familias sin depender de sus cónyuges, al tiempo que contribuyen a preservar su entorno.
Al mismo tiempo, la iniciativa ha creado expectación a nivel local: nuevos grupos de mujeres se han acercado a la asociación para pedirle que comparta su experiencia para aprender sobre compostaje.
"Otros grupos de mujeres nos piden ahora que compartamos nuestra experiencia en compostaje. Ya hemos ayudado a una veintena de grupos a ponerse en marcha. Tenemos previsto formar a más mujeres en las comunidades vecinas", prosigue Micheline Assogba.
Un impacto medioambiental sostenible
El compostaje es mucho más que una actividad económica. Al reciclar residuos orgánicos, estas mujeres contribuyen activamente a reducir los desechos y preservar los suelos.
"Al enriquecer el suelo y eliminar los residuos domésticos, el compostaje mejora nuestro entorno vital. Esta actividad refuerza nuestro compromiso con un futuro sostenible, al tiempo que reduce la contaminación y preserva la biodiversidad", concluye Micheline Assogba.
Un modelo inspirador para las comunidades rurales
El proyecto de compostaje dirigido por las mujeres de Wagninan ilustra el poder de la acción colectiva y el liderazgo femenino para combinar la prosperidad económica con la responsabilidad medioambiental. Con su enfoque, no sólo cultivan su tierra, sino que construyen un futuro más equitativo y sostenible para su comunidad.
Esta historia se basa en las actividades del Programa de Cooperación Voluntaria llevado a cabo en colaboración con el Gobierno de Canadá.
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Programa de cooperación voluntaria