Noticias
((Artículo publicado en Le Nouvelliste el 13 de agosto de 2025 por la-o periodista Dario Darius))
El 11 de julio pasado, el Hotel Roi Christophe acogió un importante diálogo multi-actoras-es sobre la gobernanza, la seguridad y la prosperidad en la región metropolitana de Cabo Haitiano, que incluye los municipios de Cabo Haitiano, Quartier-Morin, Limonade, Acul-du-Nord, Plaine-du-Nord y Milot. A esta reunión asistieron el ministro de Turismo, John Herrick Dessources, las autoridades locales de estos seis municipios, altas-es oficiales de la Policía Nacional del departamento, así como representantes de la sociedad civil y del sector privado. El objetivo fue analizar las causas de la inseguridad que afecta a Puerto Príncipe, con el fin de extraer lecciones útiles para prevenir una situación similar en esta región.
Realizada por iniciativa de la Organización de Gestión del Destino Norte de Haití (OGDNH) y la Asosyasyon Fanm Solèy Dayiti (AFASDA), con el acompañamiento del Centro de Estudios y de Cooperación Internacional (CECI), las y los participantes examinaron a fondo los desafíos que podrían comprometer los logros en materia de seguridad, así como los activos y oportunidades de desarrollo y prosperidad en la región metropolitana de Cabo Haitiano. Basándose en las lecciones de la experiencia de Puerto Príncipe, formularon recomendaciones concretas y medidas preventivas para reforzar la resiliencia de esta zona frente a las amenazas a su estabilidad y seguridad.
Actualmente, el departamento del Norte sigue siendo uno de los pocos lugares del país donde la circulación de personas y bienes se mantiene relativamente fluida. Los vuelos internacionales desde Haití siguen autorizados. Sin embargo, persisten amenazas de que el entorno estable y seguro de esta región pueda verse debilitado, como ocurre en Puerto Príncipe. Precisamente para prevenir ese escenario, las diferentes partes interesadas —autoridades locales, responsables de la policía, actoras-es de la sociedad civil y representantes del sector privado— se movilizaron.
La inseguridad que azota la capital haitiana y afecta todas las esferas de la vida nacional resulta de un "tríptico explosivo": 1) manipulación de sectores mafiosos internacionales, 2) gobernanza mafiosa e incompetente, y 3) destrucción sistemática de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), acelerando la pauperización", declaró sin rodeos el coronel Himler Rébu durante la jornada de reflexión.
Apoyándose en las conclusiones de un estudio realizado sobre la violencia y la inseguridad en Puerto Príncipe en 2024, el Director General del IFOS, Ulrick Jean-Claude, coincidió con el exsecretario de Estado de Seguridad Pública. Confirmó que los actos de violencia, la inseguridad y los conflictos en la capital tienen sus raíces en un conjunto de causas políticas, económicas, sociales y ambientales.
Entre las principales causas políticas mencionadas figuran: la instrumentalización de los grupos armados por facciones políticas en una lógica de conquista o mantenimiento del poder, la inestabilidad política crónica, la ausencia de políticas públicas que respondan a las necesidades fundamentales de la población, así como la irresponsabilidad de las autoridades, que alimenta la frustración popular. Jean-Claude señaló también la desconexión persistente entre dirigentes-as —electas-os o nombradas-os— y la ciudadanía, una brecha que no deja de profundizarse y agravar las tensiones sociales.
En cuanto a las causas económicas de la inseguridad en Puerto Príncipe, Jean-Claude subrayó la práctica de la competencia ilegal o desleal, el contrabando, el recurso de algunas-os empresarias-os a individuos o grupos armados para protegerse y defender sus empresas y actividades, y en algunos casos para intimidar o atacar a sus competidores. El embargo comercial impuesto a Haití tras el golpe de Estado de 1991; la dilapidación de fondos públicos, en particular los destinados a la reconstrucción del país después del terremoto del 12 de enero de 2010 y de Petrocaribe; y la colaboración de actores-as económicos con los poderes del Estado y la oposición política para imponer sus leyes y controlar tanto el poder político como económico, son, entre otros, factores económicos muy importantes según Ulrick Jean-Claude.
«La violencia y la inseguridad emergen principalmente en las zonas periféricas de las ciudades, marcadas por una urbanización anárquica, la ausencia de servicios públicos y condiciones de vida precarias. Las y los jóvenes enfrentan un profundo sentimiento de abandono, acentuado por el desempleo, una educación de mala calidad y un futuro incierto. Abandonadas-os a su suerte, estas comunidades se convierten en terreno fértil para los grupos armados, que imponen su propio orden proporcionando servicios a cambio de poder y control», explicó Ulrick Jean-Claude para ilustrar las causas sociales y ambientales de la inseguridad, señalando que algunos de estos factores ya son perceptibles en la zona metropolitana de Cabo Haitiano.
Para restablecer la seguridad, Himler Rébu llamó a las autoridades a situar la felicidad de las ciudadanas y ciudadanos en el centro de sus preocupaciones. Para lograrlo, explicó que todos los esfuerzos deben converger en acciones que promuevan la justicia, el empleo, la educación, la salud, la producción, la protección del medioambiente y la cultura. Subrayó varias teorías y opciones doctrinales en materia de seguridad periférica que podrían adoptarse, e impulsó la creación de la “casa del CASEC”, un complejo estatal donde todos los servicios básicos estén disponibles a nivel comunal, junto con el complejo administrativo y el desarrollo de aldeas a escala municipal. A nivel departamental, propuso establecer una sede del gobierno, con un-a ministro-a delegado-a que participe cada mes en el Consejo de ministros.
Para Kesner Pharel, del Grupo Croissance, también presente en el coloquio, la solución a la crisis de seguridad no es otra que la buena gobernanza. Según él, esta implica la adopción de programas y proyectos adecuados, la reducción de riesgos, la gestión óptima de los escasos recursos del Estado y una mejor distribución de la riqueza. «Sin buena gobernanza no hay seguridad. Sin seguridad, no hay prosperidad», afirmó.
«El gobierno puede siempre poner un presupuesto considerable a disposición de la institución policial, pero si no se respetan los principios de la buena gobernanza, la seguridad no estará garantizada», insistió Kesner Pharel. Convencido de que la mala gobernanza y la inseguridad conducen inevitablemente a la pobreza, incluso a la pobreza extrema, exhortó a las seis comunas de la región metropolitana de Cabo Haitiano a adoptar un enfoque de intercomunalidad, implementando planes concertados de urbanización y ordenamiento territorial, y desarrollando estrategias para aumentar sus ingresos fiscales.
«Es imposible hablar de gobernanza, seguridad o prosperidad sin implicar a las colectividades territoriales. Estas juegan un papel esencial en la identificación de problemas y en la elaboración de estrategias adecuadas para enfrentarlos», declaró Elicia Milfort, alcaldesa de Milot. Expresó su satisfacción con el desarrollo de esta actividad, cuyo objetivo era comprender mejor las crisis actuales y responder a ellas con un enfoque integrado y flexible.
Se puso un énfasis particular en la participación de mujeres y jóvenes en este foro, junto con autoridades locales, especialistas y representantes del sector privado y de la sociedad civil. «La participación de las mujeres en las discusiones sobre gobernanza, seguridad y prosperidad puede contribuir a la paz y la armonización entre los diferentes sectores», afirmó Marie Kistcha Mutchi Obas, directora ejecutiva de la organización feminista Zantray Fanm Kreyòl.
«Es un error creer que la seguridad depende exclusivamente de la policía o del ejército. La seguridad es multidimensional y debe abordarse con un enfoque holístico», señaló un-a responsable policial presente en el coloquio. Insistió en que la policía no es más que un-a actor-a entre otras-os.
El diálogo del 11 de julio se inscribe en el marco de la Alianza por una Gobernanza Inclusiva y Responsable en Haití (AGIR), un enfoque proactivo de prevención. Esta iniciativa marca un giro hacia una cultura de concertación y anticipación, donde cada actor-a —ya sea electa-o, empresaria-o, ciudadana-o o miembro de la diáspora— está llamado-a a desempeñar su papel.
Financiada por el Ministerio de Relaciones Internacionales y de la Francofonía de Quebec, AGIR es implementada por la OGDNH, la AFASDA, el CECI, el IEIM-UQAM, el Campus Henry Christophe de la UEH en Limonade y la Maison d’Haïti en Quebec. Busca fortalecer los espacios de diálogo, las prácticas inclusivas de gobernanza y el compromiso ciudadano en las seis comunas de la región metropolitana de Cabo Haitiano.