Trabajando con Productores de Quinua, para Minimizar los Efectos Negativos de Cambio Climático, al otro lado del Continente

Bolivie
Publié par : Radia Meghnem
         

Mickal Aranha llegó a Bolivia en mayo del 2016 para un mandato de cooperante voluntaria de doce meses en el marco del Programa Uniterra III Bolivia. Al inicio de su mandato Mickal investigó el tema del cambio climático y sus efectos sobre la producción de quinua en la región Colcha’K en el Departamento de Potosí, al sureste del país. El resultado será una guía de como afrontar el cambio climático, accesible a todos los productores, independientemente de su nivel de educación. El manual se centrará en las buenas prácticas que permitirán prevenir o reducir el daño causado por el calentamiento global en la producción de quinua.

Son varias razones que la han motivado a esta experiencia. La primera es su origen de los países andinos. Ella nació en Ecuador de donde son sus padres y vivió allí hasta sus dos años, antes de emigrar a Canadá y establecerse en la ciudad de Toronto. Realizo sus estudios en ciencia política con enfoque en esa región del mundo tan cerca de su corazón. También sus estudios se relacionaron con el medio ambiente y su cuidado.

Ella descubrió los efectos negativos del cambio climático durante una pasantía de tres meses en la Amazonía ecuatoriana y boliviana. Bolivia es el país de América Latina más afectados por el cambio climático actualmente en Sud América. Esta revelación reforzó su deseo de profundizar sus conocimientos en el campo y la voluntad de ayudar a los productores más afectados por el fenómeno a encontrar soluciones que les permitan mejorar su producción y mitigar los efectos negativos de estos cambios.

Durante la primera mitad de su mandato, Mickal llevó a cabo casi un centenar de entrevistas con los productores de quinua de las diecisiete comunidades del municipio de Colcha’K’ y miembros de Apraccuk, socio del programa Uniterra III. La primera parte de las entrevistas se centró en la comprensión del fenómeno y los cambios que han ocurrido  a lo largo de la última década por los productores. La segunda parte se dedicó a los efectos adversos observados por los agricultores y cultivadores a causa de los cambios en las plantaciones de quinua y la vida silvestre de la región. La tercera parte de las entrevistas la dedicó a las prácticas que usa cada uno de los productores para reducir los efectos negativos de esos cambios y también las que usan para eliminar a las plagas.

También se reunió con profesionales que realizan investigación sobre el tema del calentamiento global y el cambio climático que genera. Estos encuentros permitieron que tenga la opinión de expertos, pero también le dieron consejos y sugerencias sobre varios temas sensibles con respecto a la forma de abordar el tema y, por ejemplo, donde buscar la información, libros, revistas o sitio web para consultar para lograr un mejor resultado.

El contacto con estos profesionales, que son en sus mayoría ciudadanos que viven en la capital y otras ciudades importantes, como Oruro o Cochabamba, fue más fácil para Mickal. El contacto directo, fue por teléfono o Skype con aquellos que no están en La Paz, no fue difícil estar en contacto o comunicarse con ellos, ya que usan el mismo idioma y el mismo lenguaje. Sin embargo, ha sido más difícil para ella, comunicarse con algunos cultivadores que no hablan español o apenas lo entienden especialmente en su primera estancia en las comunidades.

Para algunos productores el concepto de cambio climático es completamente desconocido, para otros no es más que el cambio de estaciones, mientras que otros tienen una idea vaga, gracias a las noticias de la televisión u por las capacitaciones sobre el tema dadas por el socio Uniterra III o por otras organizaciones a las cuales pertenecen. Por tanto tenía que encontrar otro modo, ser capaz de hacerse clara para que la entienden.

Durante su segunda visita, Mickal tuvo la suerte de hacer sus entrevistas con la presencia de Camilo un agrónomo que estaba haciendo una inspección de las parcelas para la certificación orgánica, acostumbrado a trabajar con las comunidades rurales. Él sabía hablar con los productores. Conocía su lenguaje, las palabras a utilizar para hacerse entender y Mickal tuvo solamente que imitarlo para hacerse entender también por las comunidades. Las entrevistas fueron más fácil  desde ese encuentro.

Las distancias entre las comunidades incluso de un productor a otro, fue una de las principales dificultades que Mickal enfrentó durante las visitas, especialmente en la primera visita. En la segunda, tuvo más suerte. Los viajes son largos y las carreteras están en mal estado pero esta vez acompañó a Camilo que hacia la inspección de las parcelas de cultivo de quinua. Lo que facilitó considerablemente su tarea. La mayoría de las entrevistas se llevaron a cabo con las comunidades en la segunda estadía de Mickal en Culpina’K.

A pesar de las dificultades que ha enfrentado Mickal durante esta primera parte de su mandato, ha continuado porque el problema del calentamiento global y del cambio climático lo experimentó con los cultivadores de quinua. El cambio climático y sus efectos son reales. Se sumó a su experiencia con las comunidades la crisis de agua en La Paz. Lo que reforzó aún más su voluntad.

Una de las principales motivaciones de nuestra voluntaria fue el ayudar a esas personas con todos los medios que tiene a su alcance para afrentar a los efectos negativos de estos cambios en la producción de quinua y mejorar sus economías sin dañar más al medio ambiente.

Al final de su mandato Mickal debe hacer un informe para l@s productores de quinua, en particular a los miembros del socio del programa Uniterra en el cual encontrarán soluciones y propuestas prácticas y cuidadosas del medio ambiente, que los ayuden a mitigar y reducir los efectos nocivos del cambio climático y entregar el manual de fácil comprensión para los productores.

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