Histoire de réussites

Las plantas medicinales como pilar de la resiliencia

Guatemala
Publié par : Juan Saloj Pos

Desde tiempos ancestrales, la población indígena cimienta su vivencia y desarrollo en recursos y elementos que la naturaleza les provee, por lo que el uso de las plantas medicinales y terapias naturales han formado parte integral de su bienestar y salud de generación en generación hasta nuestros días; a pesar de la invasión de la medicina química, las familias indígenas y rurales, siempre han priorizado estas prácticas como parte de su bienestar individual, familiar y comunitario.

En ese marco, COINDI acompaña la recuperación y el fortalecimiento de las prácticas y conocimientos de medicina ancestral de las comunidades a través de diversas actividades que incluyen la formación y capacitación, la reproducción de semillas y especies nativas y criollas, la trasformación y uso de los productos medicinales y otras más que contribuyen con el bienestar y la resiliencia de las comunidades.

Para ello, se ha implementado las siguientes acciones institucionales y comunitarias:

A nivel institucional se ha implementado un jardín botánico demostrativo, el cual funciona dentro del Centro regenerativo y agroecológico de COINDI, en donde se cuenta con más de 25 especies de plantas con propiedades medicinales y en donde se desarrollan técnicas experimentales, y demostrativas de producción, transformación y uso de las plantas medicinales desde la perspectiva de la cosmovisión maya. En ese sentido, el jardín está acondicionada acorde a los elementos de la cosmovisión maya, por ejemplo, su diseño es circular dando el concepto de integralidad y comunidad; también se tienen lotes y sub-lotes los cuales cuentan con una especie de planta diferente en cada uno, asegurando diversidad y complementariedad entre las plantas; la ubicación espacial de cada especie está acorde a las energías de la cruz maya, por lo que al este se han plantado especies de floración roja como el Geranio (Pelargonium spp); al oeste con plantas de floración morada como la albahaca morada (Ocimum sanctum) y la lavanda (Lavandula angustifolia), al norte con especies de floración blanca como la altamisa (Tanacetum parthenium) y al sur con plantas de floración amarillas como la caléndula (Calendula officinalis ) y el pericón (Tagetes lucida),etc. replicando las energías desde el color de su floración.

El agua como elemento vital también forma parte del jardín, por lo que su aprovechamiento se hace desde el concepto de protección y optimización, en ese sentido se ha implementado un sistema de captación y aprovechamiento de agua de lluvia compuesto por un reservorio para el almacenamiento de 19 m3 de agua, un sistema dual de riego por goteo convencional y alternativo reutilizando recipientes desechables. También se cuenta con un deshidratador solar indirecto en donde se procesan las plantas medicinales, previo a su embalaje y consumo, y un semillero para la reproducción sexual y asexual de las especies del jardín con el propósito de asegurar material vegetativo para ciclos continuos o para disponerlos a las comunidades con quienes se trabaja. Junto al jardín botánico, se tiene un altar espiritual maya denominado 10 Iq’ (diez vientos), como centro energético y en donde se ofrendan ceremonias e invocaciones espirituales como parte integral de la vivencia y convivencia institucional y de las personas que visitan e interactúan en el centro.

El jardín botánico ha ido evolucionando progresivamente por lo que actualmente cuenta con la producción de plantas en ciclos continuos, disponiendo de producto para la deshidratación, transformación y consumo local. También cuenta con pilones de distintas especies reproducidos en el área para nuevas plantaciones en el jardín o para las comunidades; y es actualmente un área de enseñanza y aprendizaje para las personas y comunidades que participan en las actividades de COINDI, logrando demostrar nuevas técnicas de producción, transformación y manejo de las plantas medicinales que luego son replicadas por las personas en su entorno familiar y comunitario.

La formación, capacitación y el intercambio de experiencias es otra de las estrategias que COINDI promueve en las comunidades, la cual contribuye con el fortalecimiento de capacidades de las mujeres indígenas, especialmente en técnicas de transformación y conservación de las plantas medicinales. En ese sentido, se aplica un programa de capacitación anual en donde se forman las mujeres en temas como la preparación de extractos, pomadas, bálsamos, Champú y demás formas de aprovechamiento de las plantas medicinales. Como resultado de esta acción, en cada una de las comunidades participantes existen mujeres capacitadas y con iniciativas económica en la transformación de las plantas medicinales, tanto para el consumo familiar así como para el mercado local.

La implementación de parcelas agroecológicas familiares, también forma parte de las estrategias del trabajo institucional, aquí las personas participantes replican las técnicas productivas y de manejo de las plantas medicinales que han aprendido en los talleres, intercambio de experiencias y dentro de las prácticas en el jardín botánico. Cada parcela y familia ha asegurado procesos productivos continuos con al menos 10 especies de plantas medicinales las cuales junto a especies hortícolas, frutales y cereales, constituyen el sustento alimenticio de las familias, además de contribuir con la recuperación y fortalecimiento de las prácticas de medicina ancestral y con la agroecología. Como resultado de estas acciones, se cuenta con más de 600 parcelas agroecológicas familiares implementadas, dentro de un área acumulada estimada de 1.5 hectáreas y una amplia diversidad de plantas medicinales que son aprovechadas para la medicina natural de las familias y comunidades participantes.

Todas estas acciones se conjugan en favor de la resiliencia familiar y comunitaria de las personas frente al cambio climático, lo que motiva su participación tal como lo mencionan las participantes:

“Desde que era pequeña aprendí a usar las plantas medicinales, mi mamá preparaba medicina casera para mis enfermedades y así fui aprendiendo a usarlas, así como a recomendar a otras personas para sus enfermedades… ahora que ya soy abuela, sigo usando las plantas. En mi casa tengo sembrado más de 15 plantas como lavanda, llantén, Pericón, Romero, menta, té de limón, ajenjo, ruda y otras más. Con el apoyo de instituciones como COINDI, he ido mejorando mis conocimientos sobre cómo sembrar mejor y cómo procesar y guardar las plantas, por lo que ahora, además de las bebidas, preparo pomadas, jarabes, así como también producto seco ya que tengo en el patio un deshidratador solar que me ayuda y me permite secar y guardar las plantas para usarlas más adelante… Las plantas son maravillosas y ayudan a nuestra salud, por ejemplo, mi hija se recuperó del COVID 19, utilizando extracto de plantas combinadas; a mi hermana la he apoyado con el tratamiento del Helicobacter pylori que la estaba matando; también he ayudado a una vecina con el tratamiento de tos crónica, del que no se recuperaba, utilizando plantas medicinales y miel de abeja; ahora ellas están bien gracias al tratamiento natural que han seguido y desde casa… así como ellas, también he podido ayudar a otras personas en mi comunidad, por lo que me siento satisfecha y estoy convencida que las plantas medicinales son nuestra ayuda en problemas grandes, incluyendo el cambio climático… Gracias a nuestras abuelas y abuelos que confiaron y nos enseñaron a usar la medicina natural”

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